Ley 2169 de 2021 - Acción climática en Colombia
Ley 2169 de 2021 Acción climática en Colombia
Una forma de transformar la relación con el planeta desde la resiliencia climática y con propósito de impulsar la carbono neutralidad en el territorio.
¿Como podemos avanzar hacia la carbono neutralidad y la resiliencia climática?
Colombia ha asumido compromisos ambiciosos: reducir un 51 % de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 y alcanzar la carbono neutralidad al 2050. Sobre el papel, la Ley 2169 de 2021 sienta bases importantes, pero en la práctica, el reto va mucho más allá de decretos, normas o leyes.
Avanzar hacia una economía baja en carbono y resiliente implica transformar los modelos de producción, de consumo y transporte como modelos principales; pero debe ser una transformación global. Esto no se logra solo con “buenas intenciones climáticas” desde lo estatal. Todos somos parte de este proceso, desde el sector publico como al privado, especialmente las industrias manufactureras, entre otras; y no es solo hablar de marketing verde sino comprometerse con datos, mediciones rigurosas de huella de carbono y acciones de mitigación concretas.
Pero también es necesario ser críticos: ¿pueden las comunidades más vulnerables adaptarse al cambio climático si siguen excluidas de las decisiones? ¿Es posible una transición justa si las medidas de mitigación siguen beneficiando principalmente a grandes actores?
La carbono neutralidad y la resiliencia no se compran ni se decretan: se construyen colectivamente, con justicia social, voluntad política y coherencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace.
Metas Nacionales
Reducir las emisiones de GEI en un 51 % para el año 2030, respecto al escenario de referencia de la NDC.
Alcanzar la carbono-neutralidad para el año 2050.
Detener la deforestación neta hacia 2030, con cero hectáreas/perdidas de bosque natural.
Relevancia con la Huella de Carbono
La Ley 2169 de 2021 es clave para la gestión de la huella de carbono en Colombia, ya que establece metas obligatorias de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la transición hacia la carbono neutralidad al 2050.
Aunque no exige directamente a todas las empresas medir su huella, sí impulsa el reporte de emisiones por parte de sectores productivos y entidades públicas y privadas, integrándolo a los planes climáticos sectoriales y territoriales. Además, respalda el desarrollo de herramientas como el Registro Nacional de Reducción de GEI (RENARE) y los mercados de carbono, fomentando la cuantificación y compensación de emisiones.
En resumen, la ley da el marco legal que convierte la medición de huella de carbono en una herramienta técnica y estratégica para cumplir con los compromisos climáticos del país.
Sé parte del cambio
Tu como persona, asociado a una organización; pequeñas, medianas y grandes organizaciones pueden aportar significativamente a la preservación del planeta y su resiliencia climática. Más allá de cumplir con una norma o alinear esfuerzos a las metas nacionales, es poder construir colectivamente un planeta más sostenible. Acciones como conocer y medir nuetra huella de carbono, por pequeñas que parezcan, son el primer paso para entender nuestro impacto y actuar. Fomentar estrategias de mitigación y transformación desde lo local contribuye al desarrollo sostenible global. Porque cuidar el planeta no es solo una obligación, es una decisión consciente que empieza desde cada uno.